La primavera sigue su curso, las flores invaden los campos y el césped crece a toda velocidad. Siegas y a la semana siguiente ya tiene un palmo de altura.. Los helechos se desencoscan con ganas y van vistiendo el bosque por cada esquina.
Me gusta, aunque el trabajo se triplique en el campo con la segadora y en el bosque con la desbrozadora, me encanta observar los cambios estacionales, oler el jazmin y escuchar los grillos a todas horas.
Los dias son largos y el fin de semana pasado los aprovechamos bien.
Nita Miralles, la creadora del Reino de Nita, impartió su segundo retiro de Ashtanga yoga aquí en el bosque. Las clases fueron intensas y al ser de nuevo un grupo reducido su atención fue máxima para cada uno de nosotros. Inhala, exhala, perro hacia arriba, perro hacia abajo y como no CHATURANGA para todos..uffff!!!!
Yo, principiante en esta práctica, voy viendo poco a poco la soltura que van tomando ciertas partes de mi anatomía que hasta ahora estaban agarrotadas y contracturadas después de tantos años de deporte de deslice sin medida, de tanta segadodora y como no de tanta desbrozadora.
Tiempo para cada uno y tiempo para todos juntos donde los almuerzos son al sol y las cenas se alargan con un vaso de buen vino y conversaciones varias. Esta vez nuestras visitantes vienen de Galicia, con una frescura sonriente muy agradable y con muchas ganas de compartir buenos momentos. Tambien tenemos un muy buen yogi americano que da un toque cosmopolita a nuestras veladas.
Son sólo dos dias conviviendo, pero al final nos da la impresion que ya hacemos todos parte de una especie de familia. El contacto es fácil, sin complicaciones aunque hablemos diferentes lenguas o dialectos o sin importar si nuestras vidas son parecidas o diferentes.
Yoga matinal, saludos al sol desde la silla al aire libre, paseos por los alrededores..
Tiempo para deleitar el cuerpo con un buen masaje terapéutico y todo hay que decirlo también sufrir un poco ahí donde la contractura ataca pero para sentirse mucho más liviano y desentumecido después;
El fin de semana pasa demasiado rápido y llega la hora de despedir a cada uno de nuestros visitantes que tomarán diferentes rumbos. Y en el último paseo, ya de vuelta al hotel, un corzo sale al encuentro para despedir con un poco de magia a nuestra simpática banda;
Y aquí nos quedamos los habitantes del bosque satisfechos de recibir en nuestra casa a gente así,
En Junio, Nita volverá de Elche y repetiremos experiencia y esta vez durará una semana,
Os esperamos!!